Al Agente H.

Nos conocimos hace unos años, pero eres uno de los grandes descubrimientos de mi vida. Hay gente que tiene vidas especiales y sin duda la tuya lo es. Necesito contar un poco sobre ti, y tu personaje. Pero tranquilo tu identidad quedará oculta.

Mi amigo, al que llamaré Agente H, tiene un pasado relacionado con los servicios de inteligencia militares fuera de España. No diré mas. Porque aunque creamos que ese mundo solo existe en las películas, no es verdad. En la realidad hay personas dedicadas a ello, aunque seguramente todo sea mucho mas cutre que lo que vemos en el cine.

No creo que mi amigo H haya llevado un smoking nunca, no hay mas que verle. Tiene la espalda y los huesos castigados tras años de sufrimiento y maniobras militares.  Pero también tiene la templanza de un oso y la sabiduría de un zorro. Es la única persona que conozco que ha utilizado la palabra plutonio en su vocabulario profesional habitual.

El Agente H conoce las técnicas de la conversación dirigida, softwares de análisis de big data, y miles de trucos para casi todo en la vida. Desde cómo plantar pimientos con éxito en sus apenas 20 metros de jardín a como detectar blanqueos de capital y narcotráfico en el caribe. Espía, profesor y vecino de barrio.

Uno nunca piensa en la vida de estas personas, de hecho en las películas siempre acaban sin vida por lo que saben. Y H sabe mucho. Él nunca lo cuenta como mérito, sino en frases subordinadas o de pasada. Pero yo capturo cada píldora, cada byte de información como si de un secreto de Estado se tratara. V veces habla y deja entrever etapas y facetas a las que no da ninguna importancia, pero a mi, sus historias me siguen llevando a un mundo cinematográfico. Me resulta tan increíble que existan personas como Ethan hawk en versión provincia española… Pero H es una de ellas. Y es entrañable.

A veces pienso, en los agentes de las películas  cunado deciden pasar a la reserva activa, ¿qué vida llevarían? ¿Vivirían en un adosado en las afueras de Burgos? ¿Comprarían en Mercadona? Pues algo así es mi amigo el agente H, una persona increíble y a la vez real.

Gracias H por los momentos compartidos y las enseñanzas que intento usar torpemente a diario: Cómo sonsacar información a personas tímidas o extrovertidas. Los cuadrantes del conocimiento propio, la teoría de la exhaustividad… y las otras miles de cosas que mi cabeza defectuosa no es capaz de retener a pesar de mi entusiasmo.

Gracias por descubrirme una cara distinta de la vida. Por tomarte la molestia, por enseñarme y dejarme preguntar obviedades. Por tu cultura útil. Por ese toque especial que le pones a cada conversación sin ni siquiera pretenderlo.  Y por ser uno de los buenos.