A Xavier Sagués, por pararme los pies y dejarme jugar.
- MIL GRACIAS
- 11 may
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Actualizado: 12 may
DE: FERNANDO TELLECHEA
PARA: XAVIER SAGUÉS

Xavier fué el dueño de la empresa en la que trabajé durante más de 25 años. Eramos completamente diferentes, cási antagónicos, pero complementarios. No nos parecíamos absolutamente en nada: educación, cultura, visión, valores, personalidad, ni por supuesto visión estratégica. Construimos una empresa que funcionó muy bien, incluso en pandemia.
Lo único que nos unía era la visión común de la operación de la empresa. Él nunca se fió de mi, ni yo de él, y por eso nuestra relación fué bastante truculenta, aunque había un gran respeto profesional. Ambos sabíamos que yo sin él y él sin mí estabamos perdidos. Odiaba que me llamaras Freddy, lo sabías y yo te llamaba Jefe para molestarte a tí.
Cuando Xavier enfermó sus prioridades cambiaron; y para mí, nuestra aventura perdió sentido. Hablamos sobre el futuro, hablamos sobre nosotros y le pedí permiso para dejarlo. No era mi jefe, era un compañero de aventuras, un enemigo fraternal, juntos eramos invencibles.
Cuando me fuí de la empresa tuve un proceso duro de aceptación, me costó asumir el cambio de vida, hablé con él un par de veces antes de soltar el último lazo. Casi tres años después vuelvo aquí a quitarme la última espinita. Gracias Xavier, por ser tan tozudo, por pararme los piés y por dejarme jugar. He aprendido MUCHO de tí! Te lo dije la última vez que te vi. Como no lo oíste lo dejo escrito para siempre.
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