top of page

A Juanjo, por despertarme del letargo

Actualizado: 8 may


ree

Juanjo es seguramente una de esas referencias vitales que uno no suele confesar. En primer lugar porque él no aceptaría ser referencia de nada. Pero ahora que no nos oyen, diré que gracias a él este proyecto existe.

 

Hace unos años le conocí como periodista, me entrevistó por un tema profesional. Pero después se me ocurrió escribir un artículo para su publicación. Y a partir de ahí él me hizo creer que yo tenía algo que contar.

 

Luego empezó su proyecto YOROKOBU y yo recuerdo a menudo una conversación de cafetería en la que me lo contó. Recuerdo haber pensado que sentía una gran envidia, porque él no estaba pensando en si el proyecto iría bien o mal, él solo hablaba de cómo lo imaginaba, como quería que fuera… Yo siempre he sido de los que además de tener ideas, también me encargo de construirlas o destruirlas con razones.

 

Yo creo que quienes consiguen tener su propio modo de vida lo hacen porque alcanzan un estado de ceguera selectiva y solo miran al frente y no a los lados. Reconozco que a mi me cuesta mucho hacerlo. Y lo envidio.

 

Hoy Juanjo es uno de los dueños de YOROKOBU PLUS, una empresa editorial muy especial, una idea que me hubiera gustado tener a mi, pero que yo no habría sabido levantar. Además ha terminado su hotel Rural y desde allí gestiona la empresa.

 

Nunca, jamás, le verás en una revista contando su historia de éxito, porque él no cree que sea una historia valiosa. Para él es solo lo que hace, su vida normal, va tomando decisiones y consiguiendo cosas. Con normalidad y la certeza de que lo hace porque le gusta y le apetece.

 

Eso, querido Juanjo, es admirable. Seguramente no creas que tiene mérito, pero piensa en todos los artículos que lees al día y que apruebas. Y lo haces guiado por una mezcla de instinto, integridad y estética.  Sopesas miles de variables, posibles conflictos, egos, tiempos, dineros… pero a tí te tiene que gustar lo que lees y si no, no se publica. Bravo. Para mí, que he vivido siempre dentro del sistema, me gusta ver que existe gente que antepone sensaciones a razones. Gracias.

 

Pero sobre todo gracias también por el Ojo Ajeno. La sección que me diste en Yorokobu, sin más razón que un “porque si”. Y que a mi me obligó a pensar más, aprender más, leer más y ser mas… Yo nunca había escrito mas que tonterías. Y ser parte de un entorno como Yorokobu me permitía tener una doble vida. Una gris y otra de colores. Luego publiqué micro relatos en otra de sus revistas… y todo aquello me hizo ir sacando presión de mi olla mental. Mi hizo sobrellevar unos años grises profesionalmente y descubrir, descubrirme mas bien, en otras facetas. Me fui dando cuenta que debería aprender a crear.

 

Editado: Han pasado casi 150 artículos en esa sección. En aquella época yo estaba dentro del redil corporativo. Mi nómina era como un grillete. Pero ahora cumplo 10 años de emprendimiento con THE NULL. Mi perspectiva es otra ahora. Admiro si cabe aun más su actitud. Yorokobu es un referente para muchísima gente y sigo sintiéndome orgulloso de aportar algo. Y tengo la certeza que hoy soy otra persona porque Juanjo me puso a hacer y crear cosas, artículos, relatos… y despertó mi hemisferio anestesiado del que vivo ahora.

Comentarios


bottom of page