A Guiomar, una cuasi hermana.

Este es un proyecto de afectos y agradecimientos. Y por lo tanto difícil de gestionar, porque hacer públicos los afectos e intimidades es siempre delicado. Hay tantos matices, hay tantas versiones, que es fácil que cualquier frase se malinterprete o que las lecturas sean erróneas.

Las conexiones entre personas son como las conexiones de las neuronas o los planetas: Inexplicables, diversas, infinitas, vivas...

Guiomar ha estado desde siempre en mi vida como un espejo. Desde que tengo recuerdos, no se si tendríamos 5, 8 o 10 años. Los hermanos son algo natural y orgánico, y luego están los cuasi hermanos, que son esas personas como en un vacío legal. No compartes apellidos, pero llamarlos amigos es claramente insuficiente.

Nuestros padres fueron amigos siempre y nosotros lo haremos igual. Como lo hacen las familias que no son realmente familia. Con esos lazos cuasi genéticos.

De pequeños solo éramos dos familias amigas. Ellas 5 hermanas y nosotros 4, pero con los años hemos compartido juntos muchos ciclos y confidencias y no compartido otros tantos. Fuimos testigos en nuestras respectivas bodas; y padrino y madrina de nuestros hijos. Fue mi mejor apoyo cuando murió mi padre, y ahí creo que empezamos a ser eso que somos ahora. Y cualquier día simplemente podemos tener una conversación sobre cualquier cosa o ignorarnos durante meses.

Me gusta pensar que ha habido años centrados en los hijos, matrimonios, años fuera de España y todo sigue igual.

Teniendo esa condición de cuasi hermana, con ella no puedo mentir ni enfadarme. Porque será ella es la que me diga lo que tenga que oír, la que me dirá si de pronto me vuelvo imbécil, o la que me aconsejará y animará a hacer algo. Y también será ella a la que llame cada vez que esté pasando algo importante, bueno o malo. Y siempre con la misma confianza y con permiso. Esa es la conexión. Es otra de esas certezas que necesito en mi vida.

Gracias por tu eterna amistad y nuestra conexión, que no sé cómo etiquetar, pero que claramente necesita un nombre.

Escribiendo todos estos agradecimientos veo la inmensa suerte que he tenido en mi vida rodeándome de unas cuantas grandes personas a las que me encantaría poder corresponder.